CASTRATI ECOS MODERNOS ¿UNA CONTINUACIÓN OCULTA?

 


LA SOMBRA DEL BEL CANTO Y LA ESPECULACIÓN MODERNA

 

Aunque mi espíritu se incline por senderos musicales menos operísticos, la artificiosidad y el a menudo incomprensible engolamiento del bel canto y la ópera se vuelven un punto de partida ineludible al abordar el término "castrati". Esta palabra evoca un pasado donde la belleza vocal se forjaba a través de un sacrificio físico irreversible, una práctica que floreció en siglos pasados bajo el manto de la tradición y la búsqueda de la perfección sonora.

 

Sin embargo, al observar el panorama contemporáneo, una pregunta inquietante comienza a resonar: ¿podría una práctica tan antinatural y motivada por la ambición haber desaparecido por completo, o acaso persiste en las sombras, adaptándose a los tiempos modernos bajo nuevas formas de explotación? La ambición desmedida de algunos padres, cegados por la promesa de fama y fortuna para sus hijos dotados de voces excepcionales, podría ser un caldo de cultivo para que antiguas prácticas encuentren nuevas y clandestinas manifestaciones.

 

Una investigación intrigante sugiere que ciertas divas de la ópera, con voces de un registro y potencia extraordinarios, podrían haber tenido un origen inusual. Nombres como Galina Vishnévskaya, Birgit Nilsson, Jessye Norman, Elisabeth Schwarzkopf, María Callas, Cecilia Bartoli, Kiri Te Kanawa, Joan Sutherland y otras son mencionados en ciertos círculos con una suspicacia que va más allá de la admiración por su talento. La pregunta que se plantea, aunque controversial y carente de pruebas concluyentes, es si la inversión de valores y la obsesión por alcanzar la cima del estrellato podrían haber llevado a que algunos niños fueran sometidos a procedimientos que alteraran su desarrollo vocal de manera permanente, emulando, quizás de formas químicamente inducidas o a través de intervenciones tempranas, los efectos de la castración de antaño.

 

La idea de que famosas mujeres con voces que desafían los límites convencionales podrían tener un origen tan singular promueve una perturbadora reflexión sobre la explotación infantil y la manipulación en la búsqueda del éxito. Si bien la castración física como se conocía históricamente es ilegal y aborrecible, ¿podrían existir métodos modernos, quizás farmacológicos o quirúrgicos sutiles aplicados en la infancia, para influir en el desarrollo vocal y preservar registros inusualmente agudos o potentes en individuos biológicamente masculinos que luego se presentan como mujeres, invirtiendo así las expectativas tradicionales de las voces de cada género?

 

Esta exploración, aunque especulativa, se nutre de la comprensión histórica de la ambición desmedida que impulsó la existencia de los castrati y de la persistente realidad de la explotación infantil en diversas industrias, donde el talento de los niños es a menudo moldeado y manipulado en beneficio de otros. Adentrémonos, pues, en la historia de los castrati para intentar comprender si las semillas de una práctica tan oscura podrían haber germinado de nuevo en el terreno fértil de la obsesión contemporánea por la fama y el poder.


La pregunta que se plantea, aunque controversial y carente de pruebas concluyentes, es si la inversión de valores y la obsesión por alcanzar la cima del estrellato podrían haber llevado a que algunos niños fueran sometidos a procedimientos que alteraran su desarrollo vocal de manera permanente, emulando, quizás de formas químicamente inducidas o a través de intervenciones tempranas, los efectos de la castración de antaño.

 

Esta especulación adquiere una resonancia aún mayor cuando la opinión pública se ve sacudida por escándalos de explotación infantil dentro de la industria del entretenimiento. La revelación de casos de abuso, manipulación y la priorización de la ambición adulta sobre el bienestar de los niños inevitablemente siembra dudas sobre las prácticas que podrían ocurrir en las sombras. Estos horribles sucesos, aunque diferentes en su naturaleza de la castración histórica, comparten la perturbadora dinámica de la explotación de la inocencia y el talento infantil en la búsqueda del poder y la riqueza.

 

La exposición mediática de estos escándalos puede, paradójicamente, reforzar la teoría no probada de la persistencia clandestina de prácticas como la alteración vocal temprana, al evidenciar que la ambición desmedida de algunos padres y la industria pueden traspasar límites éticos inimaginables.

 

 

HISTORIA DE LOS CASTRATI: ENTRE EL CIELO Y LA CRUELDAD

 

I. ORÍGENES REMOTOS: LOS EUNUCOS ANTES DEL BEL CANTO

 

Antes de que Italia se convirtiera en el epicentro de la voz castrata, la práctica de la castración y la presencia de eunucos con roles vocales existían en otras culturas, aunque con motivaciones y contextos diferentes. Estos primeros atisbos de la alteración del cuerpo en busca de una voz excepcional nos hacen preguntarnos si una necesidad tan profunda de trascender los límites vocales naturales podría haber encontrado, incluso hoy en día, caminos ocultos y menos evidentes. Esta sección explora esos orígenes tempranos, sentando las bases para comprender el singular fenómeno que florecería en el bel canto.

 

  • A. GUARDIANES SILENCIOSOS: LOS EUNUCOS EN EL MUNDO ÁRABE

 

La existencia de eunucos en los países árabes se remonta a la antigüedad, donde desempeñaban un rol crucial como guardianes de los harenes de sultanes y califas. Su condición de hombres castrados los convertía en figuras de confianza para custodiar a las mujeres, ya que se consideraba que no representaban una amenaza para su virginidad o fidelidad. Sin embargo, su función no se limitaba a la vigilancia; muchos eunucos llegaron a ocupar posiciones de poder e influencia en las cortes árabes, actuando como consejeros, administradores e incluso figuras políticas relevantes.

 

Durante el Califato Abasí, por ejemplo, la ciudad de Bagdad albergaba a miles de eunucos empleados en el servicio del palacio y el cuidado del harén. Los más apreciados eran a menudo de origen eslavo o africano. Dentro del harén, existía una jerarquía entre los eunucos, siendo los eunucos negros los encargados de servir directamente a las mujeres bajo las órdenes del jefe eunuco negro, quien era un miembro importante de la corte. Los eunucos blancos, por otro lado, a menudo servían en la escuela del palacio, donde se instruía a los niños del harén.

 

La práctica de la castración en el mundo árabe tenía una larga historia y respondía a necesidades específicas dentro de la estructura social y de poder de la época. La lealtad y la dedicación al servicio eran cualidades que se atribuían a los eunucos, lo que les permitía ascender en la jerarquía palaciega y ejercer una influencia considerable.

 

  • B. VOCES DE LA DIVINIDAD: LOS EUNUCOS CANTORES EN CONSTANTINOPLA

 

La aparición de los eunucos como cantantes se sitúa en la antigua Constantinopla, la actual Estambul, marcando un precedente importante para su posterior rol en la música occidental. En la majestuosa basílica de Santa Sofía existía un coro de eunucos cantores, lo que sugiere una tradición musical arraigada en el contexto religioso bizantino.

 

El musicólogo Neil Moran, a través del estudio de la notación bizantina y crónicas de la época, ha podido confirmar la existencia de voces masculinas muy agudas y ornamentadas en la liturgia vocal oriental, registros que solo un castrato podría alcanzar. Constantinopla se convirtió así en un centro de referencia para la liturgia vocal en Oriente, destacando por la calidad de sus solistas eunucos.

 

Sin embargo, esta tradición musical llegó a su fin en 1204 durante la Cuarta Cruzada. La conquista de Constantinopla por los cruzados trajo consigo la destrucción de la organización musical de la Basílica de Santa Sofía, al introducirse el rito latino. El antiguo repertorio, transmitido oralmente por los cantores eunucos, se preservó principalmente en enclaves bizantinos periféricos.

 

La presencia de eunucos cantores en un contexto religioso tan importante como Santa Sofía subraya la temprana conexión entre la castración y la producción de voces excepcionales, aunque con motivaciones y un contexto cultural distintos al del posterior auge italiano.

 

  • C. PRECURSORES VOCALES: FALSETISTAS EN ESPAÑA Y ALEMANIA

 

Antes del apogeo de los castrati en Italia, existieron en Europa otras formas de voces masculinas agudas que, aunque no implicaban la castración, cumplían funciones vocales similares en ciertos contextos musicales.

 

    • 1. SOPRANOS MASCULINOS EN LA ESPAÑA MUSULMANA: En la España bajo dominio musulmán durante la Edad Media, se documenta la presencia de sopranos masculinos o falsetistas. El falsete es una técnica vocal mediante la cual un hombre puede producir una voz más aguda que su registro natural, utilizando un mecanismo diferente de las cuerdas vocales. Esta producción de la voz de "cabeza" permite alcanzar notas altas con una calidad y timbre particulares. Se desconoce en detalle el rol específico que desempeñaban estos falsetistas en la música de la época, pero su existencia demuestra una búsqueda temprana de voces masculinas en registros agudos.

 

    • 2. LA CORTE DE MÚNICH (1574): También se menciona la presencia de falsetistas en la corte ducal de Múnich en 1574. Esto sugiere que la técnica del falsete era conocida y utilizada en diversos contextos musicales europeos antes de la consolidación de la tradición de los castrati en Italia. Al igual que en el caso español, se necesitaría más investigación para comprender plenamente su rol y la música que interpretaban en la corte bávara.

 

Estos precursores, los falsetistas en España y Alemania, aunque no eran el resultado de la castración, evidencian una necesidad y una apreciación por las voces masculinas en tesituras agudas dentro de la música europea antes del siglo XVII, preparando el terreno para la singular y controvertida figura del castrato.

 

Estos orígenes diversos demuestran que la asociación entre la castración (o técnicas vocales inusuales) y la producción de voces agudas masculinas no fue una invención italiana. Sin embargo, fue en Italia donde esta práctica alcanzaría su máxima expresión artística y su mayor controversia, marcando un período único en la historia de la música. Pero, ¿desapareció realmente con el siglo XIX, o la ambición humana encontró formas más sutiles de perseguir la perfección vocal a cualquier costo?

 

II. EL FLORECIMIENTO ITALIANO: LA ERA DORADA DE LOS CASTRATI (SIGLOS XVII-XVIII)

 

El siglo XVII y XVIII presenciaron el auge de los castrati en Italia, un fenómeno complejo impulsado por factores religiosos, sociales y, sobre todo, el desarrollo de la ópera. La fascinación por estas voces andróginas y poderosas era tal que la sociedad parecía cerrar los ojos ante el doloroso origen de su arte. Esta sección profundiza en las motivaciones, las prácticas y las figuras clave de esta era dorada, revelando tanto el esplendor artístico como la crueldad inherente a su existencia, una crueldad que quizás no se extinguió por completo en la conciencia humana.

 

  • A. UN RENACIMIENTO ANTINATURAL: LA REAPARICIÓN EN ITALIA

 

Tras los precedentes en el mundo bizantino y las manifestaciones esporádicas de falsetistas en otras partes de Europa, la práctica de la castración con fines musicales experimentó un resurgimiento y un florecimiento sin precedentes en Italia durante los siglos XVII y XVIII. Documentada por primera vez alrededor de 1550 en los centros musicales de Roma y Ferrara, esta práctica, aunque para nuestros ojos moderna resulte antinatural e inhumana, se arraigó profundamente en el tejido social y cultural italiano de la época. A diferencia de las tradiciones anteriores, el auge italiano de los castrati estuvo intrínsecamente ligado al desarrollo de la ópera como forma de arte y a las necesidades vocales específicas que este nuevo género demandaba. El contexto social, marcado por el poder de la Iglesia y la influencia de una aristocracia ávida de entretenimiento sofisticado, proporcionó el caldo de cultivo ideal para la proliferación de estos singulares artistas.

 

  • B. VOCES PARA DIOS Y PARA EL REY: MOTIVACIONES Y JUSTIFICACIONES

 

    • 1. EL DON DIVINO Y EL ENTRETENIMIENTO ARISTOCRÁTICO: La preservación de la voz infantil antes de que la pubertad la transformara se consideraba un medio para retener un don "divino", una pureza y agilidad vocal únicas. Inicialmente, este ideal se vinculó con la música sacra, donde la voz aguda y angelical de los niños era altamente valorada. Sin embargo, a medida que la ópera se consolidaba como una forma de entretenimiento predilecta por la aristocracia, los castrati encontraron un nuevo escenario donde sus habilidades vocales excepcionales eran igualmente apreciadas. Sus voces, capaces de alcanzar registros sobrehumanos con una potencia y un control asombrosos, se convirtieron en la joya de las producciones operísticas, deleitando a reyes, nobles y al público en general. La visión religiosa de la voz infantil como algo celestial se fusionó con el deseo aristocrático de espectáculos grandiosos y voces virtuosas.

 

    • 2. EL SILENCIO DE LAS MUJERES EN LA IGLESIA: Un factor crucial que impulsó la demanda de voces agudas masculinas fue la estricta prohibición impuesta a las mujeres de cantar en los coros eclesiásticos. El dictamen paulino mulieres in ecclesiis taceant ("las mujeres deben guardar silencio en la iglesia"), aunque con raíces bíblicas más amplias, se interpretó y aplicó rigurosamente, excluyendo a las voces femeninas de la música litúrgica. Esta restricción creó una necesidad de voces masculinas capaces de alcanzar los registros soprano y alto para interpretar las complejas polifonías de la época. Los niños cantores suplían inicialmente esta necesidad, pero la limitación de su tesitura al llegar la pubertad abrió la puerta a la solución "radical" de la castración.

 

    • 3. LA REFORMA DEL CORO DE SAN PEDRO: Un momento significativo en la institucionalización de los castrati fue la reorganización del coro de la Basílica de San Pedro por el Papa Sixto V en 1589. Al incluir formalmente a los castrati en el coro papal, se les otorgó un prestigio y una legitimidad sin precedentes. Este acto no solo aseguró su presencia en uno de los centros musicales más importantes de la cristiandad, sino que también sentó un precedente para su aceptación y demanda en otros contextos musicales, incluyendo la creciente escena operística. La inclusión de los castrati en el coro de San Pedro marcó un punto de inflexión, consolidando su rol como intérpretes de voces agudas en la música sacra y allanando el camino para su dominio en la ópera.

 

  • C. LA ELECCIÓN Y EL SACRIFICIO: EL PROCESO DE LA CASTRACIÓN

 

    • 1. NIÑOS PRODIGIO: LA SELECCIÓN DE LAS VOCES DORADAS: El proceso comenzaba con la identificación temprana de niños cantores dentro de los coros que mostraban un talento vocal excepcional y una prometedora tesitura aguda. Estos "niños prodigio" eran a menudo examinados cuidadosamente por maestros de música y clérigos en busca de aquellos cuyas voces tuvieran el potencial de mantenerse puras y brillantes más allá de la pubertad. La decisión de castrar a un niño era compleja y recaía generalmente en los padres, influenciados por la promesa de una vida mejor para sus hijos y para ellos mismos. La edad en la que se realizaba la castración variaba, pero idealmente se llevaba a cabo antes del inicio de la pubertad, generalmente entre los siete y los doce años, para asegurar que la laringe no se desarrollara por completo bajo la influencia de la testosterona.

 

    • 2. UNA OPORTUNIDAD EN LA POBREZA: LA PERSPECTIVA FAMILIAR: Para muchas familias humildes en Italia, especialmente en las regiones más pobres, la perspectiva de tener un hijo castrato exitoso representaba una oportunidad única para escapar de la miseria. La fama y la fortuna que podían alcanzar los castrati más talentosos eran considerables, lo que ofrecía a las familias la esperanza de seguridad económica y ascenso social. Aunque la decisión de someter a un hijo a una operación tan drástica debió ser desgarradora, la dura realidad de la pobreza y la promesa de una vida de lujo y reconocimiento para el niño a menudo inclinaban la balanza. La frecuencia de esta práctica sugiere que, a pesar de su naturaleza antinatural, era una opción considerada por muchas familias como un sacrificio necesario para el bienestar futuro de sus hijos. Sin embargo, también debió existir oposición social y dilemas morales en torno a esta práctica, aunque la documentación sobre ello sea menos abundante que la que celebra sus resultados musicales.

 

    • 3. EL DOLOROSO ACTO: LA ABLACIÓN Y SUS CONSECUENCIAS: La castración, o ablación de los testículos (y no del pene, como se menciona explícitamente), era un procedimiento brutal y peligroso en la época. Para mitigar el insoportable dolor, se recurría a métodos precarios como la administración de dosis elevadas de opio o la inducción de la inconsciencia mediante la presión de la arteria carótida. Estas técnicas eran rudimentarias y conllevaban un alto riesgo de complicaciones, infecciones e incluso la muerte del niño. Como se señala, no pocos fallecieron en el intento de preservar su voz. La justificación médica y musical detrás de esta práctica era la creencia de que, al eliminar la producción de testosterona, la laringe del niño no crecería por completo, manteniendo la agilidad y el registro agudo de la voz infantil, que luego se combinaría con la capacidad pulmonar, el dominio vocal y la madurez interpretativa de un adulto.

 

  • D. EL REY DE LAS VOCES: CARLO BROSCHI "FARINELLI"

 

Entre la plétora de talentosos castrati que surgieron en Italia, Carlo Broschi (1705-1782), inmortalizado como Farinelli, se erige como la figura más icónica y legendaria. Su virtuosismo vocal, su carisma en el escenario y su extraordinaria capacidad para emocionar al público lo convirtieron en una auténtica "realeza de la música". Farinelli gozó de una fama y una fortuna inmensas, actuando para las cortes más importantes de Europa, incluyendo la española, donde pasó años al servicio del rey Felipe V. Su vida, marcada por el triunfo artístico y la fascinación que despertaba su voz única, inspiró la película "Farinelli il castrato" (1994), dirigida por Gérard Corbiau. La película, aunque con licencias dramáticas, ofreció al público moderno una visión del mundo de los castrati, su talento excepcional y el controvertido origen de su arte, reavivando el interés y el debate sobre esta peculiar figura histórica. El legado de Farinelli perdura como el pináculo del arte vocal de los castrati, un testimonio de la fascinación y el asombro que sus voces generaron en su época.

 

La era de los castrati en Italia fue un período de extraordinario virtuosismo vocal y de una fascinación pública intensa. Sin embargo, este esplendor artístico se cimentó en una práctica inherentemente invasiva y dolorosa, cuyas implicaciones éticas comenzarían a cuestionarse con el advenimiento de una nueva sensibilidad en el siglo XIX. Pero, ¿se desvaneció realmente la tentación de moldear el talento infantil por la ambición de la gloria, o simplemente se transformó en métodos más difíciles de detectar?

 

III. EL OCASO DE UNA ERA: GIAMBATTISTA VELLUTI Y EL FIN DE LOS ROLES

 

  • 1. EL CANTO DEL CISNE: LOS ÚLTIMOS ROLES PARA CASTRATI:

 

Giambattista Velluti (1780-1861) se erige como uno de los últimos y más célebres cantantes castrati en la historia de la ópera. Considerado por muchos como el último de los grandes, Velluti disfrutó de una destacada carrera en la escena lírica europea durante las primeras décadas del siglo XIX. Curiosamente, su castración, según algunos relatos, se realizó a la edad de ocho años por un médico como un supuesto tratamiento para una tos ferina severa con fiebre alta, una justificación que, vista con ojos modernos, resulta aún más inquietante y sugiere la normalización de esta práctica incluso bajo pretextos médicos dudosos.

 

A pesar del creciente cuestionamiento moral de la castración, el talento vocal y la capacidad interpretativa de Velluti seguían siendo admirados. Compositores de la talla de Gioachino Rossini y Giacomo Meyerbeer crearon roles específicos para su voz, marcando los últimos ejemplos significativos de esta práctica en la composición operística. Rossini escribió para él el papel de Aureliano en Aureliano in Palmira (estrenada en 1813 en Milán), y Meyerbeer compuso el personaje de Armando en Il crociato in Egitto (presentada en Venecia en 1824). Estos roles, diseñados para explotar la agilidad, el registro y la potencia únicos de la voz de un castrato, representan el canto del cisne de una tradición operística que estaba llegando a su fin.

 

La fama de Velluti trascendió las fronteras italianas, siendo aclamado en toda Europa e incluso admirado por figuras históricas como Napoleón Bonaparte, quien lo escuchó cantar en Venecia en 1810. Su retiro de la ópera en 1830 y su posterior dedicación a la vida privada en su lujosa mansión hasta su muerte a los 81 años simbolizan el cierre de un capítulo en la historia de la música. Con la disminución de la demanda y la creciente oposición moral, los compositores dejaron de escribir roles específicos para castrati, señalando el ocaso definitivo de esta peculiar figura vocal en la ópera.

 

IV. EL SIGLO DE LA RAZÓN Y EL SILENCIO: EL DECLIVE DE LOS CASTRATI (SIGLO XIX)

 

El siglo XIX marcó una inflexión en la historia de los castrati, marcado por el auge de la Ilustración y los movimientos en favor de los derechos humanos, trajo consigo una creciente conciencia sobre la crueldad inherente a la práctica de la castración con fines musicales.

 

La "era dorada" de los castrati comenzó a desvanecerse bajo la luz de la razón y la sensibilidad moral. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿una práctica tan arraigada durante siglos simplemente desapareció con decretos legales, o encontró formas de subsistir en la oscuridad, lejos de la mirada pública?

 

  • A. LA CONDENA DE LA INHUMANIDAD: EL AUGE DE LOS DERECHOS HUMANOS

 

 

El siglo XIX fue un período de profundos cambios sociales y políticos, marcado por el surgimiento y la consolidación de los movimientos de derechos humanos y la dignidad individual. Las ideas de la Ilustración, que enfatizaban la razón, la individualidad y la dignidad humana, comenzaron a permear la conciencia colectiva, generando una creciente sensibilidad hacia las prácticas consideradas crueles o degradantes. La esclavitud, la tortura y otras formas de abuso fueron objeto de críticas cada vez más vehementes, creando un clima intelectual y moral que eventualmente alcanzaría la práctica de la castración con fines musicales.

 

La castración infantil, que implicaba una intervención quirúrgica irreversible y la alteración del desarrollo natural de un niño en aras de la producción de una voz excepcional, comenzó a ser vista como una violación fundamental de sus derechos. Los argumentos sobre el "don divino" o la "oportunidad para la pobreza" palidecieron ante la creciente conciencia del sufrimiento infligido y la pérdida de la integridad física y emocional de los niños.

 

A medida que los movimientos de derechos humanos ganaban fuerza, se produjo una presión cada vez mayor para prohibir legalmente la castración. Si bien la cronología exacta varía según el país, a lo largo del siglo XIX se promulgaron leyes en diversas naciones europeas que la condenaban. En Italia, el corazón de la tradición de los castrati, el proceso fue gradual y estuvo ligado a la unificación del país y a la evolución de su marco legal. Aunque no hubo una ley única que prohibiera explícitamente la castración con fines musicales hasta el siglo XX (específicamente con las leyes que protegían la integridad física de los menores), la práctica decayó significativamente debido a la creciente oposición social, los cambios en el gusto musical y la influencia de las nuevas ideas sobre los derechos humanos. La condena moral precedió a la prohibición legal formal en muchos casos, creando un ambiente cada vez más hostil para la continuación de esta práctica.

 

Sin embargo, la transición no fue repentina ni completa. La persistente fascinación por las voces únicas y la ambición dentro del mundo del espectáculo podrían haber llevado a que la práctica continuara de manera discreta en ciertos círculos, buscando eludir la creciente desaprobación social y las posibles consecuencias legales.

 

  • B. EL ÚLTIMO ECO: ALESSANDRO MORESCHI

 

Alessandro Moreschi (1858-1922) es considerado por muchas fuentes como el último cantante castrato "oficial". Su carrera se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del XX, una época en la que la práctica ya estaba en declive y legalmente prohibida en muchos lugares. Moreschi fue miembro del coro de la Capilla Sixtina en Roma, un lugar históricamente asociado con los castrati.

 

La importancia de Alessandro Moreschi radica en que fue el único castrato de cuya voz se conservan grabaciones. Estos discos, aunque tecnológicamente limitados, ofrecen un testimonio sonoro único de un arte vocal que hoy nos resulta extraño y fascinante a la vez. Sus interpretaciones permiten vislumbrar la calidad, el registro y la emotividad que caracterizaban a las voces de los castrati.

 

El hecho de que Moreschi desarrollara su carrera en una época de prohibición plantea interrogantes sobre cómo se permitió su existencia y su participación en instituciones religiosas. ¿Fue un vestigio de una tradición arraigada, una excepción tolerada o acaso indicaba que ciertas prácticas aún persistían bajo un velo de discreción? Su figura, solitaria en el umbral de un nuevo siglo, se convierte en un símbolo del final de una era, pero también podría sugerir que las sombras del pasado no siempre se disipan por completo con la llegada de la luz.

 

V. SOMBRAS MODERNAS: TEORÍAS DE UNA CONTINUACIÓN OCULTA

 

Tras explorar el declive oficial de la era de los castrati, surge una pregunta inquietante: ¿podría una práctica tan singular, impulsada por la ambición y la fascinación por voces excepcionales, haber encontrado formas de persistir en la clandestinidad hasta nuestros días? Esta sección se adentra en teorías especulativas que sugieren una posible continuación oculta, explorando ámbitos donde el secreto y la manipulación podrían haber perpetuado ecos de un pasado controvertido, incluso adaptándose a los avances de la ciencia y la tecnología modernas.

 

·      A. SECRETOS EN LAS LOGIAS: LA TEORÍA DE LA PROLIFERACIÓN MASÓNICA:

 

Una de las teorías más intrigantes, aunque carente de evidencia verificable, sugiere que la práctica de la castración con fines vocales podría haber encontrado refugio en sociedades secretas como la masonería. La base de esta sospecha radica en la naturaleza discreta y ritualística de estas organizaciones, que históricamente han operado al margen del escrutinio público. Se especula que, dentro de ciertos círculos iniciáticos, la búsqueda de una voz excepcional, considerada un don especial o incluso un atributo para ciertos rituales, podría haber llevado a la perpetuación secreta de la castración. Los propósitos alegados son diversos, desde la preservación de una tradición musical única dentro de la logia hasta la obtención de voces con cualidades "angélicas" para ceremonias específicas. Sin embargo, es crucial enfatizar que esta es una teoría especulativa, sin pruebas documentales sólidas que la respalden, y que la masonería moderna es una organización con principios declarados que no avalarían tales prácticas. La fascinación por el secreto y lo oculto a menudo alimenta este tipo de teorías conspirativas.

 

·      B. VOCES SOSPECHOSAS: LA TEORÍA DE LOS "TRANSIS MODERNOS"

 

Una teoría extremadamente delicada y controversial, que debe abordarse con la máxima cautela y respeto, postula que algunas artistas transgénero modernas con voces de un registro y potencia extraordinarios podrían haber sido niños castrados en secreto. Los "indicios" o "sospechas" que se alegan para sostener esta teoría se centran en la supuesta incongruencia entre la potencia y el timbre vocal (a menudo comparados con los de sopranos o contraltos clásicas) y ciertas características físicas percibidas como "andrógines" o "masculinas" en sus cuerpos.

 

Se describen rasgos como hombros anchos, cráneo grande, cuello recto con posible prominencia laríngea (o rastros de cirugía), mandíbula cuadrada, torso sin una marcada cintura femenina, senos pequeños (a pesar de tratamientos hormonales o implantes), piernas delgadas, manos y pies grandes, entre otros. Se argumenta que estos rasgos serían propios de varones cuyo desarrollo hormonal natural fue alterado en la infancia, y que los tratamientos hormonales posteriores y la cirugía estética buscarían feminizar su apariencia sin lograr una transformación completa de su estructura ósea.

 

Es de vital importancia subrayar que esta teoría carece de fundamento científico y puede ser profundamente dañina y estigmatizante para las personas transgénero. Las características físicas mencionadas pueden tener múltiples orígenes genéticos y hormonales, y no son de ninguna manera una prueba de castración. Además, la identidad de género es una experiencia personal profunda e independiente de la biología o las intervenciones médicas. Difundir este tipo de teorías sin pruebas sólidas contribuye a la desinformación y al prejuicio contra la comunidad transgénero. La fascinación por el misterio y la búsqueda de explicaciones "ocultas" para el talento excepcional pueden llevar a este tipo de especulaciones infundadas.

 

Dentro de la controversial teoría que postula que algunas artistas transgénero modernas podrían haber sido niños castrados, se mencionan ciertos nombres como posibles ejemplos, aunque siempre sin ninguna prueba verificable. Uno de ellos es Judy Garland (Frances Ethel Gumm). Se argumenta, basándose en su registro vocal de contralto y en interpretaciones de su biografía, que desde temprana edad fue explotada en la industria de Hollywood, siendo presionada para mantener una figura delgada a través de dietas y drogas. Se señala la mención de un grupo infantil con sus "hermanitos transi" y se especula sobre la incongruencia entre su talento vocal y ciertos rasgos físicos percibidos como masculinos. Es crucial reiterar que estas son interpretaciones especulativas de su vida y no constituyen evidencia de castración o de su identidad de género.

 

La controversial teoría que postula que algunas artistas modernas con voces de un registro y potencia extraordinarios podrían tener un origen inusual en la infancia señala varios nombres, siempre dentro del ámbito de la especulación sin pruebas verificables. Libertad Lamarque, con su voz de soprano, es mencionada, aunque la conexión con la teoría "transi" se establece a través de su relación con Eva Duarte (también señalada en estas teorías). Judy Garland, con su registro de contralto y su temprana explotación en Hollywood, también es citada, aludiendo a su físico y a menciones de "hermanitos transi". Édith Piaf, otra contralto icónica, es traída a colación por el contraste entre su potente voz y su complexión física descrita como andrógina. Finalmente, María Callas, una soprano de coloratura de renombre mundial, también es objeto de estas suspicacias, basándose en la transformación de su figura y la potencia de su voz. Es crucial reiterar que estas son interpretaciones especulativas de sus vidas y talentos, sin fundamento científico y potencialmente dañinas y estigmatizantes. La excepcionalidad vocal puede tener múltiples orígenes, y las vidas complejas de estas artistas ofrecen explicaciones alternativas a estas teorías conspirativas.

 

·      C. CUERPOS ANDRÓGINOS: LAS CARACTERÍSTICAS FÍSICAS ALEGADAS:

 

Como se mencionó en la teoría anterior, se describen ciertas características físicas que algunos asocian con los castrati y que se alegan observar en ciertas figuras modernas. Estos rasgos incluyen hombros anchos, cráneo grande, un cuello que se describe como un "cuello-tronco" con una tráquea prominente (o supuestos rastros de manipulación quirúrgica de la nuez de Adán), una mandíbula cuadrada, una espalda y torso rectos sin una cintura femenina marcada, una posible ausencia de caderas pronunciadas, senos que se consideran pequeños en relación con la figura o implantes exagerados, piernas delgadas y rectas, y manos y pies grandes.

 

La supuesta causa hormonal de estas características se atribuye a la castración temprana, que impediría el desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas típicas y podría influir en el crecimiento óseo de manera particular, resultando en una estructura corporal que no encaja completamente con los patrones típicos femeninos o masculinos.

 

Sin embargo, es fundamental reiterar que estas características físicas pueden tener múltiples orígenes genéticos, hormonales y constitucionales. La diversidad en la morfología humana es vasta, y atribuir estos rasgos automáticamente a una posible castración es una simplificación errónea y potencialmente dañina. La genética, las variaciones hormonales naturales y otros factores pueden dar lugar a cuerpos que no se ajustan a las expectativas estereotipadas de género.

 

La descripción de ciertas características físicas que algunos asocian con los castrati se aplica también, dentro de estas teorías, a figuras como Judy Garland. Se menciona su tendencia a ser "gordita" y la "tortura" que vivió para mantenerse delgada, así como la supuesta ausencia de una cintura femenina marcada y la presencia de hombros anchos. Se interpretan fotografías de la artista como evidencia de una estructura corporal "masculina" que no habría sido completamente transformada por los tratamientos hormonales (si la teoría de una transición temprana fuera cierta). Nuevamente, es fundamental recordar que la constitución física varía enormemente entre individuos, y atribuir estos rasgos a una posible castración es una especulación sin fundamento. Además, la identidad de género de una persona no se define por su apariencia física.

 

Las teorías especulativas también se centran en ciertas características físicas observadas en estas artistas. En el caso de Libertad Lamarque, se mencionan sus "hombros anchos, frente inclinada, mandíbula cuadrada, ojos separados y hundidos, barbilla plana" como posibles indicadores de un desarrollo físico no completamente femenino. En María Callas, se señalan sus "hombros anchísimos, clavículas y tráquea prominentes, musculatura marcada a pesar de su flacura, cuello ancho, orejas, nariz y manos enormes, frente inclinada, ojos separados, dentadura de arco abierto y cráneo enorme". La transformación de su figura a lo largo de su carrera también alimenta estas especulaciones. En Édith Piaf, se destaca su "cabeza y hombros masculinos" en contraste con su cuerpo pequeño y la posible prominencia de su tráquea. Para Judy Garland, se menciona su tendencia a la corpulencia y la aparente falta de una cintura femenina marcada. Sin embargo, es fundamental recordar que la diversidad en la morfología humana es vasta, y atribuir estos rasgos automáticamente a una posible castración o una identidad de género específica es una simplificación errónea y potencialmente dañina. Factores genéticos, hormonales, de salud y de estilo de vida pueden influir en estas características.

 

·      D. ILUSIONES VISUALES: TRUCOS Y MANIPULACIÓN DE LA IMAGEN:

 

Finalmente, se argumenta que, en la era moderna, se emplearían diversos "trucos visuales" y estrategias de manipulación de la imagen para reforzar la percepción de una figura andrógina o para ocultar supuestas características "masculinas" en individuos que se presentan como mujeres con voces excepcionales. Estas estrategias incluirían el uso estratégico del vestuario (para rellenar, cubrir o estrechar ciertas áreas del cuerpo), poses cuidadosamente elegidas en fotografías y actuaciones, un lenguaje corporal estudiado para proyectar una imagen específica, y el uso de la peluquería (peinados, pelucas y postizos) para suavizar rasgos faciales o crear una apariencia particular.

 

Es importante señalar que estas técnicas de manipulación de la imagen son prácticas comunes y ampliamente utilizadas en la industria del entretenimiento para crear personajes, proyectar una imagen pública deseada y realzar ciertos atributos. Su uso no implica necesariamente la existencia de un secreto oscuro detrás de la apariencia de un artista. La construcción de una imagen pública es una parte integral del mundo del espectáculo moderno.

 

·      E. ECOS MODERNOS: AMBIGUEDAD, ÉLITE Y LA FASCINACIÓN PERSISTENTE

 

La historia de los castrati, desde su aceptación por la aristocracia y la Iglesia hasta la fascinación ambivalente del público, revela una compleja interacción entre el deseo por lo excepcional y las normas sociales cambiantes.

 

La "élite" del pasado, acostumbrada a moldear la sociedad y a buscar placeres únicos, no dudó en promover una práctica que hoy consideramos inhumana.

 

¿Podría esta misma mentalidad haber encontrado formas de perpetuar la creación de voces extraordinarias en la era moderna, operando en la sombra ante la condena pública?

 

La fascinación histórica por la ambigüedad vocal y física, como se refleja en las reacciones a figuras como Farinelli, podría encontrar resonancia en la intrigante androginia percibida en ciertos artistas contemporáneos.

 

Por ejemplo, el cirujano y profesor de cirugía vascular en el Hospital Universitario Timone en el puerto mediterráneo francés de Marsella (y aficionado a la ópera) Alain Branchereau en su libro, MICHAEL JACKSON: EL SECRETO DE UNA VOZ, alega que la voz del cantante era la de un castrato operístico. Ya vimos en todo el análisis que la castración de niños pequeños con hermosas voces de soprano comenzó en Italia a mediados del siglo XVI. A los niños se les extirpaban los testículos " quirúrgicamente " para cortar el suministro de testosterona al cuerpo y atrofiar la madurez sexual. La práctica, una característica habitual de la música mediterránea desde al menos el año 400 d. C., fue prohibida en 1870, pero a los hombres con trastornos hormonales, COMO JIMMY SCOTT, A VECES SE LES LLAMA CASTRATI MODERNOS.

 

En su libro, propone que MJ podría haber recibido tratamiento para un caso grave de acné adolescente con acetato de ciproterona, que, aunque nunca ha estado disponible en Estados Unidos. Este fármaco trata el acné en las mujeres bloqueando los receptores de andrógenos (u hormonas sexuales masculinas, incluida la testosterona). El medicamento detiene el crecimiento del vello corporal y de la laringe y afecta los huesos, dejando el cuerpo con una estructura delgada pero un pecho grande. Una vez finalizado el tratamiento, el paciente "conserva una laringe de niño toda su vida en un cuerpo de hombre", explicó Branchereau.

 

Nacido en 1925 en Cleveland, Ohio, Jimmy Scott padecía el síndrome de Kallman, un trastorno que afecta la hipófisis y causa un retraso en la pubertad o incluso la anula por completo. Esta variante afecta a personas con ascendencia masculina o femenina, pero en los varones se caracteriza por un pene pequeño, testículos no descendidos y ausencia de caracteres sexuales secundarios. En aquel entonces, no existía tratamiento para el síndrome de Kallman, que actualmente se aborda mediante terapia hormonal sustitutiva. 

 

Jimmy solía referirse a su variación como una "aflicción", "discapacidad" o "deficiencia". A lo largo de su vida, Scott fue muy abierto respecto a su "deficiencia", pero cuando le ofrecieron la oportunidad de una intervención médica, la rechazó. Citado en una biografía de 2003 por David Ritz, el cantante dijo: "Ni siquiera pensé en arreglar mi cuerpo porque mi cuerpo no se sentía roto. Podía lidiar con mi cuerpo".

 

Cabe aclarar que JIMMY SCOTT no se identificaba como intersexual; dicho esto, era consciente de su diferencia y la aceptaba.

 

"NUNCA TENDREMOS PRUEBAS", dijo el médico Alain Branchereau. "A MENOS QUE SU ENTORNO DIGA ALGO" algo que es altamente improbable teniendo en cuenta como se mueve el medio artístico tras bastidore.

 

¿ES ESTA TEORÍA VÁLIDA? Es posible que el equipo de MJ le consiguiera un medicamento para el acné que no se vende en el mercado. Cuando Michael tenía 12 años, Joe Jackson aún cuidaba de su hijo, y es bastante evidente que Joe estaba más interesado en el flujo de caja que en el bienestar de sus hijos, por lo tanto, no es completamente imposible cuando hemos leído todo el trasfondo que mueve e impulsa a las familias de los Eunucos y CASTRATI.

 

La gente hace locuras para que las estrellas infantiles luzcan atractivas, se mantengan en auge y relevantes incluso cederlos a bajos instintos.

 

Entonces resuenan los Ecos de nombres como Michael Jackson, con su registro vocal de tenor lírico, caracterizado por un vibrato inconfundible que podía alcanzar más de cuatro tonos en un solo verso; Prince Rogers Nelson con su potente voz logrando rangos vocales que iban desde un potente falsete pasando al barítono alcanzando notas agudas que desafiaban los límites de la voz barítona; La británica Amy Winehouse, con su voz profunda y su estilo distintivo; La Brasileña Simone Bittencourt de Oliveira, con su potente voz de contralto y su presencia escénica; y otros más, han suscitado en algunos observadores una sensación de no encajar completamente en las categorías tradicionales de género, al menos en su expresión artística.

 

Si bien estas percepciones son subjetivas y pueden atribuirse a diversos factores como el estilo musical, la imagen pública y las características individuales, la sombra de la historia de los castrati proyecta una pregunta persistente:

 

¿podría la búsqueda de voces "angelicales" y el deseo, en ocasiones depravado, de poseer lo excepcional haber encontrado caminos secretos para continuar, quizás a través de métodos menos evidentes que la castración quirúrgica?

 

Las teorías sobre una posible continuación oculta de la práctica de la castración en la era moderna se adentran en el principio de la historia de los castrati que sigue fascinando y generando interrogantes, es crucial abordar estas teorías con un espíritu crítico, distinguiendo entre la especulación sin fundamento y la evidencia verificable, sin embargo, no podemos dejar de lado la ambición humana y la fascinación por el talento excepcional como fuerzas poderosas que influirían en hacer cualquier cosa “prácticas oscuras” para lograr sus propósitos.

 

A lo largo de este análisis, hemos recorrido un fascinante y a menudo sombrío camino, desde los orígenes ancestrales de los eunucos con roles vocales hasta el auge y el declive de la era dorada de los castrati en Italia. Hemos explorado las motivaciones religiosas, sociales y artísticas que sustentaron esta práctica antinatural durante siglos, así como el eventual despertar de la conciencia humanitaria que condujo a su prohibición oficial en el siglo XIX.

 

Hemos examinado con cautela las teorías que vinculan logias secretas y la figura de ciertas artistas modernas con un posible origen en la alteración temprana del desarrollo vocal.

 

Sin embargo, la persistente fascinación por las voces que trascienden los límites convencionales y la sombra de la ambición humana nos han llevado a adentrarnos en un terreno turbio en la era moderna. Las teorías sobre una posible continuación oculta de la práctica de la castración, aunque carentes de evidencia sólida y a menudo envueltas en controversia, reflejan una inquietud latente sobre los extremos a los que algunos podrían llegar en la búsqueda del talento excepcional y la gloria. La línea entre la realidad histórica y la especulación conspirativa se difumina, invitándonos a reflexionar sobre la naturaleza escurridiza del secreto y la capacidad de ciertas prácticas para adaptarse y persistir en las sombras.

 

 

CASTRATI UN LEGADO DE AMBIGÜEDAD EN LA AMBICIÓN HUMANA

 

Al cerrar esta primera parte de nuestro análisis, es crucial recordar que el viaje a través de la historia de los castrati nos ha llevado desde prácticas aceptadas por las más altas esferas del poder hasta la especulación sobre su posible eco en la era moderna. La fascinación por las voces que desafían las normas, la ambigüedad de género percibida en ciertos artistas y la persistente sombra de la ambición humana nos invitan a considerar si la búsqueda de lo excepcional vocal podría haber encontrado caminos secretos y transformados para continuar.

 

Si bien las teorías sobre una continuación moderna carecen de pruebas concluyentes y deben abordarse con sensibilidad y respeto, su mera existencia subraya la perdurabilidad del enigma de los castrati en la imaginación contemporánea. La historia nos muestra cómo la "élite" del pasado moldeó la sociedad en busca de sus deseos; la pregunta que queda abierta es si esa misma dinámica podría estar operando en las sombras de nuestro tiempo, dejando al espectador la tarea de discernir las posibles resonancias del pasado en el presente.

 

Al cerrar este análisis, es crucial recordar que el viaje a través de la historia de los castrati nos ha llevado desde prácticas aceptadas por las más altas esferas del poder hasta la especulación sobre su posible eco en la era moderna. La fascinación por las voces que desafían las normas, la ambigüedad de género percibida en ciertos artistas y la persistente sombra de la ambición humana nos invitan a considerar si la búsqueda de lo excepcional vocal podría haber encontrado caminos secretos y transformados para continuar.

 

deben abordarse con sensibilidad y respeto, su mera existencia subraya la perdurabilidad del enigma de los castrati en la imaginación contemporánea.

 

La historia nos muestra cómo la "élite" del pasado moldeó la sociedad en busca de sus deseos; la pregunta que queda abierta es si esa misma dinámica podría estar operando en las sombras de nuestro tiempo, dejando al espectador la tarea de discernir las posibles resonancias del pasado en el presente.

 

El recorrido por los orígenes, el apogeo y el declive de los castrati revela una compleja interacción entre el arte, el poder, la ambición, la aristocracia, la religión y la moralidad. Durante siglos, estas figuras vocales únicas fueron veneradas, alcanzando fama y fortuna, e incluso influyendo en las cortes reales y la Iglesia. Sin embargo, el advenimiento de los derechos humanos y un cambio en la sensibilidad social llevaron a la condena y eventual prohibición de la práctica que los creó.

 

A pesar de su desaparición oficial, la fascinación por la excepcionalidad vocal y la ambigüedad de género persiste en la cultura moderna. Las teorías especulativas sobre una posible continuación oculta, aunque carentes de pruebas sólidas, reflejan una inquietud sobre los límites a los que la ambición humana podría llegar en la búsqueda del talento. La sombra de la historia de los castrati se proyecta sobre la interpretación de ciertos artistas contemporáneos, invitándonos a reflexionar sobre la perdurabilidad de la búsqueda de lo extraordinario y los posibles secretos que aún puedan ocultarse en el mundo del espectáculo. La historia de los castrati, en última instancia, nos confronta con la compleja relación entre el arte, el cuerpo y los cambiantes valores de la sociedad.

 

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SHALOM A TODOS

ATENTAMENTE RICARDO ANDRES PARRA RUBI

MALKIYEL BEN ABRAHAM

 

FUENTES Y REFERENCIAS:

    • Smollett, Tobias. (1771). The Expedition of Humphry ClinkerLa cita que mencionaste de Lydia Melford se encuentra en esta obra. Puedes citar la edición que hayas consultado.
  • LIBROS SOBRE CASTRATI:
    • Pleasants, Henry. The Castrati in OperaEsta es una obra clásica y muy completa sobre la historia de los castrati en la ópera.
    • Rosselli, John. Singers of Italian Opera: The History of a ProfessionOfrece un contexto más amplio sobre el mundo de la ópera y el lugar de los castrati dentro de él.
    • Freedman, Russell. The Voice That Challenged a Nation: Marian Anderson and the Struggle for Equal RightsAunque se centra en Marian Anderson, podría tener información contextual sobre las actitudes cambiantes hacia las voces y la identidad de género en el siglo XX.
    • Maraffi, Arturo. Storia dei castrati cantori.
  • Artículos Académicos (Búsqueda Sugerida):
    • Puedes buscar artículos académicos en bases de datos como JSTOR, Project MUSE o Google Scholar utilizando términos como "castrati history", "castrati opera", "eunuchs in music", "gender and voice in opera".
  • Artículo sobre el Último Eunuco Chino: "China's last eunuch spills sex secrets." Reuters, [Fecha de publicación original]. (Puedes citar la fecha en que consultaste el artículo y la URL que proporcionaste:

https://www.reuters.com/article/world/us/chinas-last-eunuch-spills-sex-secrets-idUSTRE52E06H/

 

    • Branchereau, Alain. Michael Jackson: Le Secret d'une Voix.

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